En las celebraciones de fin de año en América Latina, especialmente en Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico y Colombia, hay un protagonista que nunca falta en la mesa: el pernil de cerdo. Esta pierna de cerdo marinada y cocida lentamente se ha convertido en un símbolo de abundancia, unión familiar y sabor festivo.
Su presencia en la cena de Nochevieja es casi obligatoria, y su aroma inconfundible marca el inicio de una velada cargada de emociones, recuerdos y buenos deseos.
Marinada con tradición
El secreto del pernil está en su marinada. Cada familia tiene su receta: ajo, cebolla, ají dulce, pimentón, naranja agria, vino, especias y hierbas frescas. La carne se deja reposar durante horas —a veces toda la noche— para que absorba los sabores y se convierta en una experiencia sensorial completa.
Luego se hornea lentamente, logrando una textura jugosa por dentro y una corteza dorada y crujiente por fuera. El resultado es un plato que combina técnica, paciencia y tradición.
El centro de la mesa
El pernil no solo es un plato principal: es el centro de la celebración. Se sirve acompañado de hallacas, ensalada de gallina, pan de jamón, arroz con almendras o plátano horneado, dependiendo del país y la costumbre familiar.
Su tamaño y presencia lo convierten en el punto de reunión, donde todos se acercan para compartir, brindar y celebrar el cierre de un ciclo.
Impacto cultural y gastronómico
Más allá de lo culinario, el pernil representa una conexión con la tierra, con la memoria y con los afectos. Su preparación suele ser colectiva, involucrando a varios miembros de la familia en la cocina.
Además, su consumo en estas fechas impulsa la producción local de cerdo, dinamiza el comercio de ingredientes frescos y refuerza la importancia de la gastronomía como expresión cultural.
Un clásico que se reinventa
Aunque el pernil tradicional sigue siendo el favorito, cada año surgen versiones innovadoras: rellenos, glaseados con frutas tropicales, cocidos al carbón o en horno de leña. Lo importante es que el espíritu del plato se mantenga: celebrar con sabor, compartir con generosidad y comenzar el nuevo año con gratitud.
En 2025, el pernil de cerdo reafirma su lugar como el clásico infaltable en la mesa de fin de año.



