El cantón Píllaro en la provincia de Tungurahua es cuna de este platillo con una denominación un poco peculiar porque sí, leíste bien, es pato al lodo. Se trata de una tradición ecuatoriana que ha avanzado con el tiempo y gracias a la comunidad se sigue preparando hasta el día de hoy.
Los Panzaleos eran una cultura indígena que habitaba en las tierras del Píllaro, se mantuvieron durante la conquista de los incas y fueron uno de los nativos más aguerridos durante la española, de ellos nace el pato al lodo.
Para preparar el platillo se hornea el ave cubierta por un montículo de barro en una bandeja de metal. La selección del barro montañoso es muy minuciosa, traído desde el páramo, la persona debe cerciorarse que sea el indicado para que el ave obtenga sus minerales y ese sabor característico y especial. El proceso debe ser realizado por expertos por eso no te recomendamos que intentes hacerlo en casa pues los restaurantes que ofertan esta especialidad culinaria pasan por muchos ensayos para lograr la receta.
Considerado como plato típico de Píllaro y de la provincia entera, el pato al lodo, es uno de los principales atractivos gastronómicos del lugar, cada vez que llegan turistas se sorprenden con el nombre del plato y esto los invita a degustarlo. Mejor aún si el chef permite ver el proceso del platillo.
El platillo de la cocina ancestral de los andes se acompaña con papas, arroz, ají molido, ensalada y una bebida local como horchata o chicha de quinua.
Diana Ramírez R.
Créditos de imagen: Diario El Telégrafo