Según las conclusiones obtenidas en el estudio realizado Healthia Certificación, en 2017 la gastronomía y la salud irán cada vez más unidas, y los productos sin azúcares añadidos, sin conservantes, sin aditivos y sin gluten crecerán en importancia a la hora de mantener una dieta saludable.
Para la elaboración de dicho informe se han analizado diferentes estudios de mercado realizados en los cinco continentes sobre preferencias de consumo, se ha tenido en cuenta la opinión de diferentes chefs e investigaciones realizadas por consultoras privadas.
Con respecto a 2016, en este año se consolidaría el uso de alimentos de origen vegetal en la elaboración de entrantes y primeros platos, así como de cereales y alimentos ecológicos. Según los expertos esta situación guardaría relación con el creciente número de consumidores que tienen en cuenta el impacto de la comida en la salud y el medio ambiente.
Tendencias alimentarias en 2017:
- Los vegetales siguen escalando posiciones: los principales observatorios de tendencias coinciden en señalar que se expandirán las fórmulas vegetarianas y veganas, así como las recetas libres de ingredientes animales.
- Salud personalizada referida a una actitud proactiva y responsable en la búsqueda del equilibrio físico, mental y emocional. Estarían presentes: alimentos sin sal, sin gluten, sin azúcar o con determinados aportes vitamínicos o proteicos.
- Aumento en la venta de productos ecológicos en Europa Occidental y Estados Unidos.
- A la hora de acompañar el aperitivo o la comida, el consumidor preferiría las bebidas sin alcohol, en concreto, el agua o bebidas elaboradas a partir de frutas.
- Mayor demanda en el consumo de medias raciones donde se puedan compartir platos y romper con el orden tradicional de una carta o menú.
- Preferencia por productos locales y de los que se tenga constancia de su origen.
- Incremento en la demanda de productos libres de gluten, azúcar, lactosa o conservantes.
- Crece el consumo de proteínas de origen vegetal, legumbres y granos antiguos como: quinoa, mijo, espelta o semillas de chía.
- El noodle comienza a convertirse en una nueva forma de comer verduras muy bien acogida por los niños.
- Proliferación de las cartas de los restaurantes donde se fusionan diferentes cocinas.
- Buena acogida entre los millennials del plato poké: una receta hawaiana que se sirve en un bol y que tiene como base el arroz blanco y los pescados crudos (atún, salmón, etc.) marinados.
- Crecimiento del trash-cooking: práctica que consiste en aprovechar todos los productos en la cocina para reducir los desperdicios y contribuir a la salud del planeta.
- Slowcal, hábito que combina lo “slow” (que reivindica recuperar el tiempo para uno mismo) con lo local, otorgando un mayor estatus al entorno más próximo.
- Apuesta por mejorar la comunicación entre el restaurante y el cliente para hacer partícipe a este en todo lo que sucede en el establecimiento.
- Uso para el desayuno de productos de inspiración étnica con el creciente consumo de burros o fajitas.