Mercedes desde mediados del siglo XIX fue recibiendo inmigrantes que llegaban de Italia y preferentemente se radicaron en la zona periférica, formando las prestigiosas quintas que hoy rodean a toda la ciudad.
Muchas de esas quintas son hoy reliquia de un pasado de fecunda actividad productiva, especializándose en la producción de frutas y hortalizas.
Los inmigrantes, trajeron también las costumbres de la alimentación; aquí los quinteros se hicieron famosos por la calidad del chacinado, que producían para uso y consumo familiar. De ahí viene la calidad y variedad del procesamiento del salame, bondiola, chorizo, morcilla, etc.; que del cerdo bien alimentado se podían lograr. En especial el "salame quintero", con un 80% de cerdo y un 20% de vaca en sus mejores cortes (lomo), el tocino cortado a cuchillo, la pimienta en grano y los distintos ingredientes según la receta que muy cuidadosa de los productores.
Con larga tradición y secretos de elaboración Mercedes es una de las localidades de Buenos Aires de mayor importancia de este producto.