No sólo de los cuencanos, realmente las provincias que más consumen este producto son Azuay, Cañar, Chimborazo y Tungurahua. Pero bueno, por ahí dicen “cuencano que no come mote no es cuencano”.
El artículo de hoy es sobre el mote, el maíz cocinado más delicioso de todos. Mencionamos a la ciudad de Cuenca porque el plato lleno de mote no puede faltar en el centro de mesa de las familias cuencanas durante sus comidas.
Tiene más de 7.000 años y su consumo los iniciaron las culturas precolombinas como los Incas. Ellos lo denominaban “grano de los dioses” por sus altos niveles nutritivos y actualmente nutricionistas aseguran que es un alimento muy completo. Posee fibra, vitaminas, magnesio, calcio, fosforo, hierro, carbohidratos polisacáridos (brinda azucares y nutrientes), funciona como antioxidante, favorece a la digestión y es una gran fuente de energía.
Es un producto de América Latina, con él no sólo se pueden preparar platos como el motepillo, mote pata o mote sucio; sino también bebidas como el morocho. Al comérselo directo se suele acompañar con queso, maní o ají.
Diana Ramírez R.
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