En Ecuador somos afortunados en tener este manjar de los dioses todo el año. También se considera verdura y nosotros no somos los únicos afortunados, en zonas tropicales y subtropicales centroamericanas también lo disfrutan.
Los árboles que producen los aguacates se conocen como aguacateros y puede alcanzar los 20 metros de alto. Si piensas en sembrar uno de estos recuerda que no dan fruto hasta los cuatro o siete años después de sembrado.
El aguacate común tiene forma de pera, su piel es verde y mide alrededor de 15 a 18 centímetros. Al abrirlo, tenemos la pulpa que también es verde (un tono más pálido que el de la piel) y cremosa; también encontramos la gran semilla de color café.
Como la pulpa es tan cremosa y suave se lo considera como mantequilla de la selva. En Ecuador, tenemos tres variedades: guatemalteco, antillano y mexicano. El que tiene más demanda en nuestro país es el guatemalteco.
Se lo suele consumir directamente o cortado en trozos, también se lo utiliza para ensaladas frías o para acompañar comidas como el seco o el locro de papas, su aceite se suele usar como condimento y hasta se preparan batido con leche y este fruto. En otros países se consume el puré de aguacate.
Además de ser exquisito para el paladar tiene algunos beneficios como los siguientes: mantiene los niveles de colesterol, sirve como antioxidante, favorece a los huesos, ayuda al sistema inmunológico, regula los niveles de azúcar, controla la presión arterial y ayuda a mantener un corazón saludable. También posee mucho potasio, hasta puede alcanzar más niveles que el mismo plátano.
Diana Ramírez R.