El lugar de origen de este cultivo nativo aún es incierto. Lo que sí se sabe es que este producto no sólo se produce y consume en Ecuador sino también en otras partes del mundo como Perú donde lo suelen reemplazar de la papa o Puerto Rico donde lo conocen como batata y la consumen asada, hervida, cocida, en postre y dulces. Estados Unidos, México, España, Argentina, Cuba y Brasil son otros de los países que disfrutan del camote.
Ecuador es uno de los países beneficiados en su suelo que permite cultivarlo no en sólo en la sierra sino también en la costa y el oriente. Es justamente es la provincia de Manabí donde la producción de camote es máxima, alcanzado las 399 hectáreas.
El árbol de camote puede crecer de 30 centímetros a 2 metros de alto y nos brinda camotes que pueden ser amarillos, anaranjados, rosados, blancos y, los más comunes en el país, los morados. Este producto favorece mucho a la salud por su alto nivel proteico y en vitaminas, se considera como una gran fuente de energía y ayuda a las personas con problemas de desnutrición.
Específicamente, el camote morado posee antioxidantes que entre otras cosas previenen enfermedades como el cáncer y el anaranjado, a causa de la vitamina E que contiene, beneficia a la visión.
En la gastronomía del país se lo consume asado, frito o cocinado como guarnición. También lo disfrutan en postres como la torta de camote o el dulce de leche con camote, incluso en coladas, helados y batidos. Actualmente, se industrializa y exporta el chifle de camote.
En nacionalidades indígenas del Oriente como los Jíbaros y Shuaras lo utilizan para preparar la tradicional chicha.
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Diana Ramírez R.