Cuando decidí pasar 2 semanas en Tailandia, uno de los motivos fundamentales fue la expléndida gastronomía de la que presume el país y en general el sudeste asiático. Al llegar allí las expectativas fueron superadas con creces. La mezcla de sabores, los curris, los picantes, el marisco, el pescado, la leche de coco, la citronella (lemon grass) y los rollitos me cautivaron por completo.
La cocina de la calle (street food) es lo mejor que he visto, y es allí donde de verdad se conoce la cocina tradicional, que esas señoras, que bien podrían pasar por abuelas, preparan para darte en un plato de plástico en un puesto de menos de un metro cuadrado.
A pesar del intenso calor los aromas que desprendían las grandes ollas con sopa hacían imposible resistirse a probarlas. Tuve la suerte de degustar de todo tipo: de verduras, de vegetales, de pescado, con todo tipo de fideos de arroz, muy picantes o más suaves.
La reina de las sopas de la cocina thai es la Tom Yum (la de la foto superior), en la que se mezclan sabores de hierbas aromáticas, chiles, jengibre, lemon grass, tamarindo, cilantro, lima y muchas cosas más, con trozos que pueden ser de marisco, pescado o pollo y setas.
A partir de ahí la intensidad de los caldos, la mezcla de especias picantes y hierbas, crean una variedad infinita de sopas, que son uno de las comidad más típicas al mediodía en las ciudades cuando los trabajadores salen en su descanso. Muchas tienen lo que llaman fish-balls, que son como albóndigas gelatinosas de pescado, otras diferentes tipos de verduras, noodles de arroz de diferentes grosores, leche de coco, incluso dumplings del estilo a los chinos...
Os dejo algunas fotografías de deliciosas sopas que he probado, todas eran especiales y sabrosas. Si visitáis Tailandia no dudéis en probar todo lo que podáis.
Publicado por Pez Globo | 9 de febrero de 2016
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